lunes, 22 de junio de 2009

Dias de mar



Ya cuento en una entrada del blog "lobo de mar" mi historia con los barcos, y la navegacion.
El RAMARII fue el primer barco donde navegue. Un precioso yate a motor, todo de madera con unos 14 metros de eslora y 4 de manga construido en los astilleros Rocafull en la Malvarosa.
El Ramar II era el barco de mi abuelo Rafael y en el vi las primeras salidas de sol, acompañando a los pesqueros, saliendo tras ellos en el puerto de Valencia.
Me enfrente risueño a las grandes olas, sentado al timón entre las piernas de  mi abuelo, aprendi
a utilizar los prismáticos para tomar referencias, tambien a sondar el fondo buscando los lugares de pesca segun las brazas de profundidad.
Aprendí la técnica del curri.
 En algunas de estas jornadas de pesca sacamos mas de 100 atunes.
No quiero olvidar a mi abuela Amparo que me explicaba como usar la chamberga y a pescar en parado. También aprendí a soportar el frío, el miedo, el mareo y el aburrimiento, a distinguir diferencias en un gran espacio. Que parece el mismo mires a donde mires, sobre todo en los días grises plumbicos y pesados  en los que cielo y mar no se distinguen y la baja presion te embota el cerebro.
Mas tarde mi padre también se compro sus barcos primero una Taylor de unos cinco metros, llamada la Picucarda, mas tarde el Pablos el cual vi construir en los mismos astilleros Rocafull. Como he dicho en La Malvarrosa, la playa valenciana que daba sus ultimas bocanadas y estertores. En el final de su época burguesa, para convertirse en barrio periférico, marginal y núcleo de la droga.
Mas tarde la adolescencia optimis, veranos de 4,70. y regatas de fin de semana en el Atila. 
Yates blancos de fibra, club nauticos de moda y dias de resaca y alcohol en las calas de Javea, Denia, Altea o Campomanes.
Al final y por todo esto acabé en las Açores, concretamente en la isla de San Miguel capital del archipiélago volcánico.
De vuelta a mi mismo. Encontré en el camino. El fondo oceánico. Bancos de 500 caballas a pocos metros de mis manos, estrellas de mar, miles de medusas, negras y escarpadas rocas, avisos radiados de tiburón o pez martillo, pescar para comer. y al final del día desde la valla de la casa observar los grandes atunes saltando en la linea del horizonte y las ruinas a contra luz de la vieja factoría de ballenas .
mezcla de olores a ganado hierba mar y vides.
Que recuerdos!
Tras años de dique seco. A un que vivo a escasos 600 m del Mediterraneo.
He vuelto al mar. Un pequeño velero el DIANAII llego a mi vida hace un año aproximadamente.
 

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